07 febrero 2009

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Mono Que Ladra

con Marcelo Bertuccio. Guitarra y Arreglos Alejandro Caputo, Flauta Soledad Hermo. Realización de vestuario Guadalupe Cuevas. Asistencia Javier Alemanno. Dramaturgia y Puesta en Escena Marcelo Bertuccio.


SE LLEVARÁ A CABO UNA PRESENTACIÓN EL DÍA SÁBADO 25 DE JULIO A LAS 18:00 hs. EN Museo y Ateneo de Estudios Históricos de Nueva Pompeya
Av. Sáenz 971
18.00 hs.
Entrada libre


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Revés (Cortometraje de ficción)
de Martina Seminara





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AMLETO PRÍNCIPE
Guión dramático de Marcelo Bertuccio sobre textos de William Shakespeare

Actúa, musicaliza, ilumina: Javier Alemanno

Dirige: Laura Garaglia


Sobre el texto

Un guión dramático es un ejercicio de lectura a la vez que de escritura.

El autor utiliza textos escritos por Shakespeare, sobre todo de la obra Hamlet y también de Rey Lear, los traduce a su lengua, el español, y los organiza de manera tal que se puede dar cuenta a la vez de la fábula de Hamlet y de una nueva fábula, una que es y no es el Hamlet de Shakespeare, que se nutre de sus textos más importantes, más emblemáticos, más cardinales y los suelta en un nuevo orden que abre otros sentidos. Amleto, traducido y reordenado, es una invitación a recibir una lectura diversa, original, impactante, del drama del príncipe Hamlet.

Presentado como una serie de monólogos de orden aparentemente discontinuo, Amleto príncipe plantea también una serie de intervenciones dramatúrgicas que se orientan a poner de manifiesto el propio tema de la traducción y la traslación en tiempo y espacio de una obra singular. ¿No es el mismo tema el del cuento “Pierre Menard, autor del Quijote”, de Jorge Luis Borges?

Cada monólogo, así, lanza una flecha hacia la obra de Shakespeare, y muchas otras a los lectores/espectadors actuales, así como al hecho mismo de la representación teatral.

El actor/Amleto es en sí mismo una reflexión sobre el Hamlet/actor. No podemos dejar de acordar que Hamlet es el más actor de los personajes de Shakespeare, y tal vez de la historia misma del teatro occidental.

Entonces, en tanto reflexión sobre el texto y el contexto de los discursos, Amleto no puede dejar de preguntarse por qué hace lo que hace, qué hace realmente al actuar, qué es actuar y cómo sentir en el teatro. Shakespeare con sus obras se preguntaba, sin duda, lo mismo.

Sobre el espectáculo

Partimos de la dificultad de encarar un texto tan extenso y complejo en tanto lenguaje para un solo actor. Las reiteradas lecturas y el talento del actor en cuestión, comenzaron a zanjar estas complejidades intrínsecas en ambos textos.

Tanto Hamlet como Amleto, pueden ser vistas como un prisma de sentidos, que refleja según sea iluminado. Pero aún más, Amleto se nos antojó durante el transcurso de los ensayos, como una lente de aumento puesta sobre los principales problemas de la obra Hamlet. Y de la vida. ¿Cuál es la verdad? ¿Cómo se la conoce? ¿Cuál el límite entre realidad y ficción? ¿Cómo allanar el camino de la realidad a través de la ficción? ¿Puede ser la ficción un método de conocimiento de la verdad?

Constantemente, veíamos a un personaje solo, acorralado por estas y otras preguntas, intentando sondear el misterio de su drama personal, de manera trascendental. Preguntándose si en su historia se figuran las posibles tramas de todos los hombres. Intentando diferenciarse, definirse, delimitar a sus amigos y enemigos, a las posibilidades de relación: amor y amistad, padre y madre… Unico y solo como se está ante un juez.

Por eso el actor está solo en escena haciendo su trabajo: actuar, decir, expresar, y también el trabajo de otros: musicalizar, ambientar, vestir, iluminar el espacio.

En este juego que es el teatro, donde el espectador y actor comparten el conocimiento sobre la realidad circundante (la sala, la calle, el clima que hay afuera, etc.) y se abocan a la creación del objeto (la obra de teatro en su desarrollo), nos situamos en esa débil frontera, en esa fe, para poner por delante el gran tema de Hamlet/Amleto que puede resumirse en la pregunta “¿Es todavía el teatro el lazo más adecuado para atrapar la conciencia del rey, del emperador, del zar, del dictador, del miserable soberano?”



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